Volver a mi lugar

“Placilla”Urbanización y desarrollo.

Johanna Muñoz

Teoría social.

Extracto de la publicación Marzo-Abril del 2019.

Baje un pie primero y luego el otro, observe el entorno, vi un supermercado, luego al frente había otro, a una cuadra había un Mc Donalds, a la siguiente una farmacia, seguida de tres bencineras y en el fondo un mall, rodeado de autos y camiones, personas que nunca había visto, fui al supermercado, compré lo necesario, y ¡claro! algo más, nunca la yapa debe faltar, era la compra de la mañana, y era especial porque aquel día visitaría a mi familia. Salí camine al paradero y me detuve, miré hacia al frente y no sabía dónde estaba, en el desierto o en el lugar que me críe, habían unos pocos árboles secos y al mirarlos de frente, pensaba… ¿Qué paso? , ¿Cuándo sucedió? , en que momento, ya no sé dónde estoy, ¿a esto le dicen desarrollo? vi alrededor, mire al horizonte, como si de una película se tratará, cerré mis ojos y recordé…….. claro que mientras en mi mente cree una escena de película, alrededor mío habían dos personas que me miraban de una manera bastante peculiar, como si algo en mi estuviera mal…

Volviendo a mi pensamiento...

Rodeada de naturaleza , árboles con flores amarillas, calles llenas de tierra, con camiones subiendo y bajando , con el sonido de fondo “troc troc troc” que emitían los caballos que llevaban la carga , con un entorno amigable, pero incierto, con rancheras de fondo y con cumbias villeras, con lenguajes en jerga, una tonalidad “más cantadita” , con sinceridad y amabilidad , con risas de mi madre, susurros de familiares, con noches estrelladas y mañanas desoladas, se ubicaba un pequeño poblado, no tan lejano a la ciudad, donde se albergaban personas sinceras, alegres , unidas, pero con secretos y silencio interno , donde solo existían casas pequeñas, pero con corazón grande y con patios enormes, donde se escuchaban ladridos y de fondo quiquiriquíes, donde los domingos por las mañanas se escuchaba: “ de Burra…. de Vaca” , y los sábados por la noche sonaba “tututu”, y se veía un vapor, que de lejos se sentía en sabor, donde juntábamos las “chauchas” y corríamos para que no se fuera y esa frase que te causaba alegría y alteraba tus sentidos -“salado o dulce” - era lo mejor, donde los domingos por la tarde se escuchaba un pájaro con un sonido peculiar, con colores y flores que el viento hacía girar, así era mi lugar, así era mi Placilla, así era mi localidad…